La ermita de Santa Bárbara de Monóvar, situada en la calle Santa Bárbara de dicha localidad es un edificio religioso construido en el siglo XVIII en estilo barroco. Como un gran ojo de color azul, la cúpula de la ermita de Santa Bárbara mira orgullosa desde su colina la ciudad, y presume de ser la única de este tipo en la provincia de Alicante por la particularidad de su teja vidriada. La curvatura de sus formas también la hace, junto a la capilla de la Comunión de Santa María de Elche, exclusivas en la provincia por sus trazos de Barroco valenciano e italiano. Altiva, observa la cúpula azul marino de la iglesia Parroquial de San Juan Bautista, pero sabe que no es exclusiva como la suya. Ambas nacieron, junto a la torre del Reloj en el siglo XVIII, pero su cúpula y su balcón la distinguen de sus coetáneas. Si nos hemos dejado llevar hasta la ermita de Santa Bárbara atraídos por su hermosa cúpula, subamos hasta su balconada para sentir que tocamos con las manos los tejados de las casas y enderezamos las empinadas calles del casco, o que podemos avanzar con la yema de nuestros dedos las manecillas del reloj de la torre. Nos sentimos gigantes contemplando el paisaje que se extiende sobre el horizonte: al sur, la ciudad de Monóvar; y al norte, el extenso valle del Vinalopó y el cerro del Cid. Además, durante todo el año la gente de Monovar celebra fiestas. The hermitage of Santa Bárbara de Monóvar, located on Calle Santa Bárbara in said town, is a religious building built in the 18th century in the Baroque style. Like a large blue eye, the dome of the hermitage of Santa Bárbara looks proudly at the city from its hill, and claims to be the only one of its kind in the province of Alicante due to the particularity of its glazed tile. The curvature of its forms also makes it, together with the Chapel of the Communion of Santa María de Elche, exclusive in the province for its Valencian and Italian Baroque lines. Haughty, she looks at the navy blue dome of the Parish Church of San Juan Bautista, but she knows that it is not exclusive like her own. Both were born, next to the Clock Tower in the 18th century, but its dome and balcony distinguish it from its contemporaries. If we have been carried away to the hermitage of Santa Bárbara attracted by its beautiful dome, let's go up to its balcony to feel that we touch the roofs of the houses with our hands and straighten the steep streets of the town, or that we can advance with the bud of our fingers the hands of the tower clock. We feel like giants contemplating the landscape that stretches out on the horizon: to the south, the city of Monóvar; and to the north, the extensive valley of the Vinalopó and the hill of the Cid. Moreover, throughout the year the Monovar citizens celebrate festivals.